jueves, 22 de septiembre de 2011

Cambio

Vuelvo al blog, después de algún mes de retiro. Han pasado muchas cosas importantes en este tiempo en el que la principal es que ahora vivo en Luleå, Suecia. Volveré a colgar mis opiniones o recomendaciones sobre cine, música, viajes o algún texto o libro.




Reflexiones  personales:



Hay días buenos y días malos; días en los que va todo recto, días en los que va de lado, días en los que montas un circo y te crecen los enanos.
Me canso de oír las dichas de la gente ajena a la desidia (yo les envidio), de vida escrita, que llega a discriminar al que no termina de topar con la alegría y se queja de este hecho.
De hecho, yo me siento siempre a la deriva más que nunca. Sin camino ni cambio alguno; a remolque de una generación de conformistas sin preocupación ni tolerancia, que les da igual 8 que 80, Irak que Afganistán. Hoy democracia es yo te obligo y da las gracias.
Dicen “esto no es una carrera, es un camino”, pero el mío está embarrado y llego años tarde a donde mis coetáneos llevan cuatro. Para colmo, se van gastando mis últimos veranos y años libres en el barrio y pronto dejaré de verte y  este será mi fin.
En definitiva, no encuentro motivo definitivo que me haga tirar p’alante. Con más ganas de volver a diecisiete que de cumplir veintitrés sigo andado, esperando y confiando en la alineación justa de los astros que me marque una pauta, asumible, sin regalarle mi cabeza a sálvame y sábado en el centro comercial.
Y de momento sigo aquí, reo de perder el tiempo y recordar momentos valiosos del pasado, e imaginar los de un futuro que cada vez veo más raudo y se me escapa calle abajo hacia la tuya.
Quizás sí, o seguro que no, algún momento cobre fuerzas que me debe alguien por ahí y te diga que no hay día que no pases por mi mente como tú sueles hacerlo, siempre,  preciosa, con esa sonrisa que le pones a las cosas para después irte con la brisa del estío.
Tal vez, parezca que, a veces, mataría por morirme esta mañana si despierto otra vez solo,  hasta que salgo de un salto a buscar la vida que no tengo y te encuentro, caída un día más del cielo, y me llevas de la mano a pegarle unos atracos a los besos que nunca nos damos. Pero seguro que no.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Deberías compartir más las cosas q escribes...suena muy egoísta, lo sé por experiencia q lo q uno escribe es muy suyo, muy revelador a veces, pero...no nos quites el privilegio de leerte :)
Disfruta de los países nórdicos...por aquí a unos pocos nos quedan aún ganas para indignarnos con este mundo ;)

Lidia dijo...

no nos quites el privilegio de leerte, no lo podia haber descrito mejor el anonimo! :)