Cristina, cuando da las órdenes, que debe de disfrutar
dando, a los batallones de antidisturbios para el servicio y protección ¿del
pueblo? bajo su mando, como la de cargar contra, o disolver (sabiendo que será en
la mayor parte de los casos de manera violenta) las mareas de manifestantes que
día tras día salen a la calle a manifestar su indignación por un país que se va
a pique (por culpa de todos, pero más de Bárcenas y los ladrones compinches de
su partido), está dando la orden de cargar contra personas.
Cuando ordena a los empleados públicos a sus órdenes “protegernos”
con pelotas de goma, está cargando contra estudiantes que el mes que viene
probablemente se encuentren en Londres
fregando platos (esto es preocupantemente literal) ante la imposibilidad
de, siquiera, sobrevivir en su propio país, en el que tienen ¿los mismos
derechos? que usted, y aunque no se lo crea, amigos, familia, personas.
Cuando ordena a los agentes prodisturbios cargar, lo está
haciendo contra un padre de familia en paro, sin derecho a prestación por
desempleo, que no encuentra forma alguna de dar de comer a su familia ni de que
sea posible que su exjefe gané más el año siguiente al anterior cuando ha
despedido a la mitad de la plantilla de trabajadores de la empresa, personas.
Cuando ordena cargar a esos miembros de la policía que,
aunque a veces cueste creerlo, también son personas, está ordenando cargar
contra médicos, enfermeros y demás personal sanitario que, paradójicamente,
antes de ayer, le salvaban la vida a la persona causante o, al menos cómplice,
de que ellos pierdan ojos, se lleven una brecha a casa o más de un moratón cada
vez que piden (fíjese usted que osadía al sistema democrático de que
disfrutamos) que no se despida a más compañeros o se recorten sus sueldos; que
ellos no tienen la culpa de que en
Andalucía se hayan cobrado comisiones tan cuantiosas como ilegales o de que el
hijo de Jordi Puyol tenga cantidades igual de cuantiosas de dinero, también
ilegal, en cuentas suizas. Ese personal sanitario también son personas.
Personas que, como usted, también sufren, tienen
preocupaciones, algún problema más que usted y podrían sufrir mañana un
accidente de moto. Espero que se dé cuenta, después del trato que recibirá en
el hospital (seguramente mejor que el que cualquiera de nosotros recibiría en
su caso), que las personas no somos tan malas, y se ponga por una vez de
nuestro lado y dimita y abandone su partido y pida perdón y…
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